¿Sabías que una de las diversas consecuencias del cambio climático es la acidificación de las aguas oceánicas? El océano, reconocido sumidero de dióxido de carbono (CO2), recoge diariamente unos 24 millones de toneladas de este gas de efecto invernadero desde la atmósfera y se calcula que, desde la era preindustrial hasta la actualidad, ya ha absorbido cerca del 30% de todas las emisiones.
Este C02 es el responsable del proceso conocido como la “acidificación” del océano, que se define como “el proceso de descenso en el largo plazo del pH de las aguas superficiales, que resulta del exceso de dióxido de carbono que es absorbido por el océano desde la atmósfera”, según explica el académico de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción, Dr. Cristian Vargas.
Una reciente publicación de esa casa de estudios superiores señala que existe consenso en torno a los cambios que ha experimentado el océano desde el inicio de la era industrial, que ha pasado de entre 8.3 y 8.2 a 8.1 puntos de pH en mar abierto, un descenso en un 30% en una escala logarítmica. ¿Y esto qué significa? A niveles más bajos de pH, mayor es la acidez.
De acuerdo con el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), el mar continuará acidificándose, llegando a 7.8 puntos al finalizar este siglo. Aunque el rango temporal de datos sobre las tasas de acidificación es acotado, se sabe que su impacto alcanzará a los ecosistemas marinos, las actividades económicas asociadas al mar y las comunidades que viven de ellas en todo el mundo.
En Chile, se prevé que una de las áreas más golpeadas podría ser la acuicultura, especialmente, el cultivo de choritos. No obstante, el equipo del Dr. Vargas ya está estudiando la materia y buscando opciones que permitan paliar los efectos de esta situación.
Fuente: Universidad de Concepción