El pescado de cultivo, como el salmón, es considerado una fuente de proteínas respetuosa con el clima. De hecho, la acuicultura, como tal, está considerada como una solución para proveer al mundo proteínas de vital importancia, limitando los efectos negativos efecto sobre el medio ambiente.
De acuerdo con datos de Blue Food Assessment y SINTEF, la huella de carbono del salmón de cultivo es solo de 5,1 kg de carbono equivalente por kg de producto comestible, cifra bastante menor en comparación con los 8,4 kg, 12,2 kg y 39 kg de carbono equivalente por kg de producto comestible del pollo, cerdo y res, respectivamente.
Es así como –de acuerdo con el Salmon Farming Industry Handbook 2022 de Mowi–, reemplazando proteínas de origen terrestre por pescado, los consumidores podríamos reducir significativamente nuestra propia huella de carbono, es decir, nuestras emisiones diarias de gases de efecto invernadero (GEI), contribuyendo de esta forma con la sostenibilidad ambiental del planeta
Fuente: Salmon Farming Industry Handbook 2022, Mowi.