¿Sabías que el alimento de salmón hoy cuenta con ingredientes muy variados? Los últimos años se han realizado importantes esfuerzos por dar paso a dietas para salmónidos más sostenibles, incorporando nuevos compuestos obtenidos de manera responsable y respetuosa con el medio ambiente. Un ejemplo es la harina y aceite de krill, insumo que se consigue a partir de una pesquería altamente trazable y certificada, y que tiene excelentes propiedades nutricionales y funcionales.
Estudios confirman que los alimentos que contienen ingredientes a base de krill promueven peces más sanos y robustos, mejorando el performance productivo. Esto, porque la presencia de krill ofrece un equilibrio óptimo de ácidos grasos Omega 3 frente a Omega 6, lo que redunda en el fortalecimiento del sistema inmunológico de los ejemplares. Como bien se sabe, ¡un sistema inmunológico fuerte es la base de una buena salud y una menor mortalidad!
También se ha documentado que en las dietas de salmónidos el krill actúa como estimulante alimentario, por lo cual los peces aumentan su ingesta, mejorando el crecimiento. De hecho, a los peces les gusta el sabor del krill, por lo que comen más cuando lo perciben en el alimento. Es así como alcanzan más rápidamente su peso de cosecha y están menos expuestos a las patologías que los pueden afectar hacia el final del periodo de engorda.
Asimismo, los fosfolípidos Omega-3 presentes en los ingredientes a base de krill reducen la inflamación en los peces, dando paso a ejemplares más robustos. Con ello, se obtiene una mejor calidad muscular y un mayor rendimiento. Los filetes son más firmes, hay menos aberturas y se ha observado una menor aparición de manchas oscuras en los salmones.
Fotografía: Aker BioMarine