La tecnología ha generado una revolución a nivel mundial. Los procesos se automatizan y se han desarrollado soluciones para reducir la complejidad de los negocios, hacerlos más rentables y sostenibles. Ante este escenario los sectores productivos deben contar con capital humano debidamente “actualizado”. Para analizar la situación en la salmonicultura, el Club de Innovación Acuícola dedicó la última charla de su ciclo “Poniéndonos al Día”, al tema “Capital Humano avanzado en I+D+i”, presentación que estuvo a cargo del Director Académico de la Universidad Santo Tomás sede Puerto Montt, Alberto Augsburger.
El académico indicó que si bien hay países donde se orienta a los jóvenes en la elección de carreras profesionales según las necesidades de los sectores productivos, en el caso chileno esto opera según la oferta y la demanda, es decir, por lo que quieren los estudiantes. Explicó que en las nuevas generaciones son diferentes las variables que inciden en la elección de carreras: razones sociales y económicas, vinculadas con el costo y la cercanía o lejanía geográfica de las casas de estudio que las imparten; empleabilidad; salario estimado; además de a valoración de otros aspectos tales como el tiempo libre y la flexibilidad laboral.
Asimismo, recalcó cómo el entorno predispone para seleccionar una carrera u otra. Los jóvenes no solo piensan en temas económicos, sino que también siguen tendencias, como la ecología y la protección del planeta. En este análisis, la elección de carreras vinculadas con la acuicultura está influenciada por la mala percepción de la industria. “En 2007 existían 10 instituciones que ofrecían ingeniería en acuicultura, mientras que hoy no existe casi ninguna”, remarcó. Para revertir la situación, plantea que se deben crear carreras relacionadas con la acuicultura más afines a los intereses de los estudiantes: con más libertad, una “mirada verde” y que seduzcan a través de la tecnología de clase mundial, aspectos muy valorados por las nuevas generaciones.
Fecha: 10-11-22